La aceituna
Así es como se conoce popularmente en esta parte de Andalucía al trabajo de recolección de los frutos del olivo. ¡Ya ha empezado la aceituna!, se suele oír en fechas más próximas al solsticio de invierno, y suele ser esta exclamación un grito de júbilo entre las gentes que pueden con estos jornales aumentar un poco los escasos ingresos que ya va dejando el campo por estos lugares, plagados de plantaciones que buscan el mínimo de faenas agrícolas. Mientras tanto, en algunos despachos, se afanan en no dejar rastros de las cuentas en Suiza o en triturar la documentación comprometedora los mismos que siempre llaman con el despectivo adjetivo de “subsidiado” al campesinado andaluz, ellos, que no es que hayan vivido del subsidio, sino directamente de la parasitación total del contribuyente, los mismos que pedían, y siguen pidiendo, cada vez más sacrificios, a la vez que derrochan el dinero que nos robaban y siguen robando con total impunidad.
